Seguridad en pulverización: El primer paso para una aplicación eficiente es la capacitación El uso correcto del Equipo de Protección Personal (EPP) es un paso ineludible en el desarrollo de una jornada de trabajo sin problemas. Cuando hablamos de pulverización en el agro, muchas veces lo primero que se piensa es en calibraciones, tecnología o tipo de pastillas. Sin embargo, hay un paso previo e ineludible: La seguridad del operario. En cada jornada de capacitación que brindamos desde SIMJA, reforzamos un mensaje claro: Sin protección no hay eficiencia. El uso correcto del Equipo de Protección Personal (EPP) es el punto de partida para cualquier tarea que implique el contacto con productos fitosanitarios. Usar guantes, botas impermeables, mascarilla con filtro, gafas y overol no es una opción: Es una necesidad. Cada parte del equipo tiene una función específica y su correcto uso puede marcar la diferencia entre una jornada segura o un accidente. También es vital seguir una secuencia de colocación, limpieza y almacenamiento del EPP para evitar contaminaciones cruzadas. Por ejemplo, después de una aplicación, los equipos deben ser lavados por separado, con jabón neutro y secados a la sombra. Y siempre, siempre, ducharse antes de cambiarse de ropa. Además, el cuidado personal no empieza ni termina con el equipo: También incluye trabajar en espacios seguros, evitar apuros innecesarios, revisar el entorno y pedir ayuda si una tarea lo requiere. La salud de quienes trabajan en el campo es tan valiosa como el rendimiento del cultivo. El campo moderno demanda profesionales conscientes y en SIMJA acompañamos esa transformación. Una aplicación segura es una aplicación eficiente.
Cosechadoras al máximo: El impacto de una buena calibración y mantenimiento
Cosechadoras al máximo: El impacto de una buena calibración y mantenimiento SIMJA Agro propone capacitar al personal para que las máquinas funcionen a su mejor nivel y puedan aprovechar los aportes de las nuevas tecnologías. Optimizar la cosecha no solo depende de la tecnología, sino de cómo se mantiene y ajusta la maquinaria. En SIMJA Agro, ofrecemos capacitaciones especializadas para que tu equipo saque el máximo provecho de cada campaña. ¿Por qué son clave el mantenimiento y la calibración? El mantenimiento preventivo y una buena calibración prolongan la vida útil de la cosechadora, mejoran la eficiencia y reducen las pérdidas. Un equipo capacitado identifica problemas antes de que se conviertan en fallas costosas. 1. Mantenimiento pre y pos campaña El trabajo preventivo antes y después de cada campaña es crucial para evitar paradas inesperadas. Entre las tareas esenciales se incluyen: Revisión de filtros, correas y sistemas hidráulicos: Garantizan un funcionamiento fluido. Lubricación y chequeo de piezas móviles: Evita el desgaste y fallos mecánicos. Inspección de cuchillas y tambores: Asegura un corte y trilla efectivos. 2. Calibración precisa para una cosecha eficiente La calibración incorrecta genera pérdidas y tiempos muertos. En nuestras capacitaciones enseñamos a: Ajustar la plataforma de corte para minimizar pérdidas. Configurar el sistema de trilla para proteger el grano. Regular el ventilador y cribas para evitar residuos en el producto. 3. Tecnología aplicada: Mapeo y manejo de monitores Los sistemas de mapeo y monitores son aliados en la optimización de la cosecha. Un equipo capacitado aprende a: Interpretar los datos de rendimiento. Detectar problemas en el campo. Optimizar el consumo de combustible con el piloto automático. Capacitar a tu equipo no es un gasto, es una inversión estratégica. En SIMJA Agro, combinamos teoría y práctica para garantizar resultados visibles. 🌾🚜 Tu cosechadora puede dar más. ¿Estás listo para hacerlo posible? 📩 Contactanos hoy.
Cabezal sojero: El punto crítico para reducir pérdidas en la cosecha
Cabezal sojero: El punto crítico para reducir pérdidas en la cosecha SIMJA Group pone el foco en las principales cuestiones que pueden ocasionar mermas en la recolección. La importancia de la capacitación de los recursos humanos. En la cosecha de soja, el cabezal es mucho más que una pieza frontal: Es el punto inicial del proceso y, muchas veces, el principal foco de pérdidas. Un cabezal mal ajustado puede dejar chauchas sin cortar, provocar atascos o incluso generar daños en el cultivo antes de ser traccionado por la máquina. En esta nota, nos enfocamos en los aspectos clave que determinan una recolección eficiente desde el cabezal, el primer eslabón de una buena campaña. Molinete: Sincronía ante todo El molinete debe girar con suavidad y a una velocidad que acompañe el avance. Si gira demasiado rápido, golpea las plantas; si va lento, puede dejar chauchas sin recolectar. Lo ideal es ajustar sus RPM para que trabaje justo por encima del sinfín, especialmente si el cultivo está caído. Altura y ángulo de corte La altura de corte debe ser lo más baja posible sin arrastrar tierra. Esto es especialmente importante en sojas de bajo porte. Un ángulo mal definido o cuchillas sin filo generan cortes irregulares, acumulación de material y desgaste prematuro de la máquina. Velocidad de avance Una velocidad excesiva puede provocar embuches o un mal seguimiento del molinete. Entre 4 y 6 km/h suele ser ideal, aunque esto depende del lote, la humedad y el estado del cultivo. Un operador entrenado sabrá cuándo bajar la marcha para evitar atascos o pérdidas. Detección de problemas frecuentes Detectar y corregir estos detalles en el cabezal puede traducirse en miles de kilos de soja recuperados. Por eso, más allá de la tecnología de la máquina, lo que marca la diferencia es la preparación del equipo humano. En Simja Group lo entienden bien: La capacitación técnica en campo es parte central de su propuesta, junto a un enfoque social que fortalece a cada operario para desempeñarse con criterio, responsabilidad y eficiencia. Cosechar bien empieza mucho antes del corte. Empieza con formación.
Higiene y seguridad en pulverizadoras: Buenas prácticas que marcan la diferencia
Higiene y seguridad en pulverizadoras: Buenas prácticas que marcan la diferencia SIMJA apunta a una revisación integral de las pulverizadoras, particularmente antes de empezar la campaña agrícola. Una pulverización eficiente no depende solo de una buena máquina: depende de hacer bien las cosas desde el principio. Por eso, en cada capacitación técnica que desarrollamos desde SIMJA, ponemos el foco en la revisión integral de los pulverizadores, en especial antes de iniciar una campaña. Fugas, picos obstruidos, manómetros sin calibrar, filtros tapados o agitadores que no funcionan bien… Cualquiera de estos errores puede poner en riesgo la calidad del trabajo, la seguridad del operario y el cuidado del ambiente. La verificación de equipos incluye también el sistema de lavado de envases, el estado del tanque incorporador y el correcto funcionamiento de todos los componentes hidráulicos. Y, claro, la elección adecuada de pastillas y la regulación de presión, especialmente en zonas sensibles. Todo esto debe ir acompañado de un enfoque responsable: respetar las condiciones ambientales para evitar deriva, gestionar correctamente los envases vacíos, y no improvisar con productos peligrosos. En muchos casos, los accidentes ocurren por rutina, apuro o descuido. Desde SIMJA promovemos un agro más seguro, profesional y consciente. Porque la higiene y la seguridad no son detalles: son la base de una aplicación bien hecha.